Jean Segura como miles de dominicanos vivió de una manera paupérrima a tal punto que en su casa se pasaban parte del día roseándole agua al piso del terruño donde nació, para poder calmar un poco el polvo y que este a la vez no le afectara a la salud.
Jean, inteligentemente desde que firmó por un bono de 70 mil dólares en el 2007 lo primero que hizo no fue mudarse, sino arreglarle la casa de sus padres. Además de comprarle un motor nuevo a su padre para que este le llevara al play a entrenar.
Lo que resulta difícil de creer en una sociedad como la nuestra de tanta vanidad es que el pelotero narró que su primer carro lo compró cuando fue subido a Grandes Ligas en el 2012 por los Angelinos de los Ángeles de Anaheim.
Segura, entrevistado en el programa La Semana Deportiva el pasado domingo, contó que vivió en medio de las precariedades, pero que siempre tuvo un sueño de echar su familia adelante y lo encontró en el béisbol.
Su trajín de vida fue de levantarse a las 6 de la mañana por muchos años para llegar al play a entrenar, luego llegar a su casa a la 1, comer e ir a la escuela, la que luego tuvo que dejar por el estrés que llevó para adentrarse más en el béisbol, deporte del que siempre pensó le iba a sacar de la pobreza algún día.
“Vivíamos en una casa donde nos pasábamos parte del tiempo roseándole agua al piso para cuidarnos del polvo.
Fueron tiempos difíciles, donde yo tuve que abandonar la escuela para dedicarme al béisbol, pese a que mis padres nunca quisieron que yo tomara esa decisión”, declaró Jean a los panelistas Héctor J. Cruz, José Luis Mendoza, Melvin Bejarán y Miguel Batista, en el programa dominical que se transmite de 12 a 2, por CDN Sports Max.

Segura superó obstáculos
“Tus padres nunca querrán que un hijo deje los estudios, sin embargo, yo me puse en mente que el béisbol era la única forma de yo sacarlos a ellos (Padres) adelante”, agregó. “Nunca me compré un carro hasta llegar a Grandes Ligas, el dinero de mi bono se invirtió en arreglar la casa de la familia y comprarle un motor a mi padre Carlos Enrique Segura, para que me llevara al play”.
LAs precariedades de Segura no terminan ahí. En el 2008 jugando en la Rookie League para los Angelinos, el nativo de San Juan de la Maguana se rompió la pierna izquierda, pasando por su mente el retiro del béisbol.
“En lo único que pensé fue en que llamen a mi mamá y decirle que me quedaría ilegal en Estados Unidos haciendo lo que sea para echar adelante a mi familia, porque yo no iba a volver a Santo Domingo sin dinero. Imaginé que era el fin de mi carrera”, apuntó Segura, quien luego de su recuperación siguió con los Angelinos, pese a que pensó que iba a ser dejado en libertad.
“Les cuento que no solo era la frustración dejar el béisbol. No tenía dinero ni para comer, estuve en un hotel del desierto de Arizona por una semana comiendo pan y queso y tomando agua de la llave, gracias a que llamé a un amigo que era pelotero para que ayudara, ya que ni para comprar una botella de agua tenía”, observó Jean, quien ganó el liderato de hit de la Liga Nacional este año con 203.
Las vicisitudes de Jean no paran ahí. En el 2014, lamentablemente mientras jugaba para los Cerveceros de Milwaukee su dirigente para ese entonces, Ron Roenicke tuvo que darle una de las noticias más penosas que un ser humano pueda recibir, la muerte de su hijo Janniel, quien apenas tena nueve meses de nacido al momento del deceso.
También en el mes de abril de ese año Jean recibió un batazo en la cara cuando saliendo del dugout Ryan Braun le golpeó mientras hacía calentamiento con su bate en medio de un juego.
En el 2015 Pedro Strop le pegó un pelotazo a Segura en la cabeza, un momento muy amargo para todos los presentes ese día en el estadio de los Cubs. Jean duró varios minutos en el suelo quejándose de dolor.
Segura tuvo dos temporadas difíciles, la del 2014 y 2015, luego de ir al Juego de Estrellas en la campaña del 2013.
EL futuro de Segura era incierto en Grandes Ligas a inicio de esta campaña, cuando fue al desierto de Arizona en busca de un puesto con las diamantinas.
Dado que de cara a la temporada del 2016 los D-backs tenían un exceso de jugadores en sus filas para el medio del cuadro interior – incluyendo a Nick Ahmed, Jake Lamb, Chris Owings, Phil Gosselin y Brandon Drury – la adición de Segura generó mucho escepticismo.
“Fue una bendición el cambio a Arizona, pero yo fui sin un puesto seguro. Yo llegué sin nada en las manos, ya que el equipo tenía a varios jugadores”, narró Segura en medio de la entrevista. “Yo me puse en mente que debía ganarme el puesto y jugar el béisbol como antes. Esa me hiso tener problemas con Paul Goldschmidt, quien me dijo que yo estaba haciendo mucho ruido en el equipo, pero luego todo se calmó”.
Aparte de obtener el liderato en hit de la Liga Nacional, Segura puso grandes números, elevando así su valor en el mercado.
Su línea ofensiva lo dice todo: bateó para .319, con 20 jonrones, 64 carreras remolcadas en 153 partidos este año, donde también fue el líder en turnos oficiales con 637. Fue el único criollo en conectar más de 200 hits esta campaña, además de robarse 33 bases y conectar 41 dobles.
Extrañamente, Segura jugó 142 partidos en la segunda base, siendo un para corto natural en toda su vida. Para esa posición, Segura tuvo participación en 23 encuentros.
Segura rechazó una oferta de 38 millones de dólares al finalizar la temporada del 2013, lo que según contó le traumó un poco. Recibió 2.6 millones dólares por la temporada 2016 y ya sus abogados están en conversaciones con Arizona tratando de renovar su contrato.
Evaluación premios de Grandes Ligas
A juicio de Segura, en los últimos años en Grandes Ligas existe una mala evaluación con los premios que se entregan cada año.
Segura dejó claro que no lo dice a manera personal, ya que no juega por premios, pero puso como ejemplo a su compatriota Robinson Canó, quien según él debió quedarse con el premio al Guante de Oro en la segunda base de la Liga Americana.
“Robinson Canó tuvo el mejor porcentaje de fildeo, jugó 161 partidos y no le dieron el Guante de Oro, tampoco el Bate de Plata”, observó. “Hay jugadores que no se les valora su trabajo y esfuerzo en una temporada”.
No jugará con los Gigantes
Segura estuvo en el último campeonato de los Gigantes del Cibao hace dos temporadas, sin embargo no podrá jugar en la presente campaña.
“Quiero jugar con los Gigantes, a mi me encanta jugar aquí con ese club, pero no tengo el permiso de Arizona. Repito quiero, sin embargo, no puedo. Este béisbol es muy bueno para el desarrollo de los peloteros”, aseveró.
Agradece a Robinson Canó

Jean Segura tuvo un repunte en su carrera en esta campaña cuando puso números exorbitantes con Arizona y todo ese accionar tuvo un porqué, entregarse a los entrenamientos previo a la temporada de este año con su amigo Robinson Canó, a quien agradece la amistad y ayuda depositada en él. Luego de los problemas con su hijo, el batazo de Braun que por centímetros no le rompió un ojo y con los problemas contractuales con Milwaukee en el 2014, a Jean le iba muriendo el deseo por el béisbol.
“Cuando sentí que mi vida se vino abajo, cuando sentía que mi carrera se estuvo desplomando, ahí estuvo Canó con su mano amiga. No tengo como agradecerle lo que hiso por mí en esos momentos tan difíciles de mi vida”, comentó.
“Gracias a Canó pude rehacer mi carrera. Con él aprendí muchas, me dio muchos consejos mientras practicamos antes de la temporada del año pasado. Otra persona muy importante en mi repunte fue el coach de bateo Luís Mercedes, a quien también le debo mi despertar ofensivo. Entre Canó y él fueron los que me tomaron como su hijo y me ayudaron bastante en este rehacer de mi carrera en Grandes Ligas”, dijo.
“A Mercedes Dios le dio un don para ayudar y enseñar a desarrollar habilidades en los peloteros con el bate, pero para eso hay que fajarse con él. También él nos llama casi todos los días cuando estamos en Estados Unidos para que sigamos sus consejos”, reconoció Jean, quien entrena con Mercees y Canó en San Pedro de Macoris.
Fuente: William Aish/ Santo Domingo.